El efectivo sigue siendo el método de pago más usado en España. Sin embargo, Antonia, Alejandro o Teresa son tres personas que lo tienen difícil. Donde viven, un pueblo del interior de la Comunidad Valenciana, no hay cajero automático y menos aún una sucursal bancaria. Desde hace años.
Pero no son los únicos. Ellos son solo tres personas de los dos millones en España que actualmente no pueden disponer de su dinero en efectivo cuando lo precisan o quieren. Y atención, porque en el año 2025 se calcula que llegarán a ser ¡3 millones de españoles!. Cada vez más, tener un cajero automático a mano para sacar dinero va a convertirse en una ventaja diferencial. Más del 5% de la población española, residentes en más de 4.000 pueblos, es decir, en la mitad de los municipios de España, el método de pago más usado es el efectivo con un 98% de los pagos.
Por mucho 5G y banca móvil viables en parte del país, la realidad es que la economía y la actividad cotidiana de estos municipios sigue dependiendo en gran medida del efectivo, con pequeños negocios y con una mayoría de habitantes por encima de los 60 años. Esta imposibilidad de sacar y tener dinero en metálico, acrecentada por la desbancarización, no hace sino agrandar las brecha económica y digital que se genera entre la España rural y las grandes poblaciones, generando más desigualdad, desprotección y menos oportunidades. Un obstáculo más para su desarrollo.
La estrategia de las entidades bancarias pasa por la optimización de su red de sucursales. Y donde se cierran más oficinas bancarias todas las semanas es en las zonas rurales. Su huida incluye también prescindir del servicio para sacar dinero. A fin de cuentas sus clientes pueden seguir realizando gestiones bancarias a través del canal online o con la app, si es que tienen buena cobertura, pero para obtener dinero físico, en metálico, con estas medidas de ahorro de costes ahora no tienen acceso…. pero sí hay una manera para seguir manteniéndolo para sus clientes de forma eficiente.
Tener que asumir por costes que no conviene mantener una estructura física y de personal en ciertas zonas rurales o remotas no tiene por qué implicar abandonar a los clientes para que puedan seguir realizando gestiones básicas y sencillas como las que te permite un cajero automático. Esta “máquina” va camino de ser de primera necesidad en estas zonas, y las instituciones públicas se están dando cuenta de ello, promoviendo disponer de un cajero automático para la mejora de la comunidad. “Si no tenemos un cajero aquí, nos tenemos que ir a otro pueblo para tener dinero en efectivo. Y no queremos que esto pase”, me han llegado a decir.
Esta es la esencia de “ATM-Cajeros Automáticos para la Comunidad”, un proyecto que desde Euronet hemos iniciado en septiembre de 2020. La ecuación es fácil: si existen decenas de miles de habitantes de cientos de municipios sin acceso al efectivo y necesitan un cajero, y en Euronet somos especialistas en ello… ¿Por qué no?. Después de haber instalado los primeros “Cajeros para la Comunidad” en diversos municipios rurales, desde Euronet no podemos estar más orgullosos de, por lo menos, haber facilitado un poquito la vida a Antonia, Alejandro o Teresa, porque ellos ya sí pueden sacar su dinero cuando lo necesiten y nadie tendrá que irse a otro pueblo a sacar dinero por no disponer aquí de cajero.
Juan Crespo.
EEFT Spain
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