El Efectivo como Elemento de Seguridad Nacional para un País

El Efectivo como Elemento de Seguridad Nacional para un País

El efectivo sigue siendo un medio de pago esencial en la zona del euro y en muchas otras economías avanzadas. A pesar del auge de los pagos digitales, el efectivo ofrece una serie de ventajas que lo convierten en un componente crucial de la seguridad nacional.

Libertad y Autonomía

El efectivo asegura la libertad y la autonomía de los ciudadanos, ya que no requiere la intervención de terceros ni depende de equipos, electricidad o Internet.

De hecho, la estrategia del Eurosistema sobre el efectivo refleja este medio de pago, billetes y las monedas, como el único que podemos utilizar sin la intervención de terceros. Esto lo convierte en un medio de pago fiable incluso durante apagones o fallos tecnológicos.

Sin embargo, hay agentes interesados en su progresiva exclusión del sistema cuando debería ser considerado un bien público o un derecho básico.

Privacidad y Protección de Datos

Las transacciones en efectivo respetan el derecho fundamental a la privacidad y la protección de datos, permitiendo a los ciudadanos realizar pagos sin dejar un rastro digital. Este aspecto es crucial en un mundo cada vez más digitalizado, donde la privacidad financiera se ve constantemente amenazada.

Inclusión Social y Económica

El efectivo es inclusivo, ofreciendo opciones de pago y ahorro a personas con acceso limitado o nulo al dinero digital. Esto es especialmente importante para los ancianos y los grupos de rentas más bajas proporcionando seguridad a la población más sensible cuando más lo necesita, especialmente en situaciones de emergencia o colapso del sistema digital.

Control del Gasto

El uso del efectivo permite a los individuos controlar mejor sus gastos, evitando el endeudamiento excesivo y promoviendo una gestión financiera responsable. Esta capacidad de controlar el gasto es una ventaja significativa en comparación con los pagos digitales, que pueden fomentar el gasto impulsivo.

Seguridad y Resiliencia

El efectivo ha demostrado ser seguro frente a la ciberdelincuencia, el fraude y la falsificación. Además, no genera riesgos financieros ni para el pagador ni para el receptor, y actúa como un depósito de valor fiable y un seguro público, siendo un factor clave en la navegación de períodos de incertidumbre.

Infraestructura Crítica

Desde diversos sectores, como el cívico, se destaca la necesidad de proteger y reforzar la infraestructura del efectivo como un componente fundamental de la seguridad nacional. La reducción de cajeros automáticos y su distanciamiento respecto a los domicilios dificulta su uso cotidiano y pone en riesgo su función como respaldo en situaciones de crisis.

El propio BCE también subraya la importancia de mantener una infraestructura de efectivo robusta para asegurarlo en todo momento y la estrategia del Eurosistema recoge «su disponibilidad» y «acceso» entre sus cinco pilares (aparte de «aceptación», «innovación», «seguridad» y sostenibilidad).

Ejemplos Internacionales

Países como Suecia y Noruega, que lideraban la transición hacia sociedades sin efectivo, han reconsiderado esta postura debido a los riesgos de ciberataques y tensiones geopolíticas. Ambos países han adoptado medidas para reforzar el uso del efectivo como parte de su estrategia de defensa.

Suecia ha recomendado a su población retirar efectivo regularmente y Noruega ha impuesto multas a los comercios que se nieguen a aceptar pagos en efectivo.

Propuesta de Inversión en Defensa del Efectivo

Denaria propone que España incluya en su gasto en defensa la protección y fortalecimiento de la infraestructura del efectivo, garantizando su disponibilidad en caso de emergencia. Esta propuesta es crucial para asegurar que, en situaciones de crisis, el efectivo esté disponible para toda la población como un medio seguro de acceso y transacción.

Conclusión

El efectivo es un recurso esencial que proporciona seguridad y estabilidad en situaciones de crisis. Es crucial que los gobiernos tomen medidas para proteger y fomentar su uso, asegurando que el efectivo esté disponible para todos los ciudadanos como un medio seguro de acceso y transacción. La combinación de libertad, privacidad, inclusión, control del gasto, seguridad y resiliencia hace del efectivo un pilar indispensable de la seguridad nacional.

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